Por Santiago Tuñez
Tenía 19 años y recorría el casino de oficiales en el Regimiento de Infantería 7 de La Plata. A cada paso, pensaba en los días que le faltaban para recibir la baja del Servicio Militar Obligatorio. Restaban tres semanas para ese momento, cuando las tropas argentinas recuperaron las Islas Malvinas, el 2 de abril de 1982. Y de pronto, todo cambió en la vida de Gustavo Pirich. “Fui a la guerra con muy poco entrenamiento y me pasé casi todo el conflicto en el puesto de avanzada. Debía dar la temprana alerta sobre la presencia del enemigo”, le cuenta el ex combatiente a De Fútbol Somos.
De esa misión, Pirich tiene escenas alojadas en su inconsciente. Son, acaso, las más tensas que vivió durante los 74 días que luchó en Malvinas. Las horas finales de la guerra. “Estaba de guardia en Wireless Ridge con el único binocular de visión nocturna que teníamos. De repente, vi movimientos y corrí 600 metros para avisarles a mis compañeros que venían los ingleses. Nos replegamos y resistimos toda la noche. El fuego fue impresionante. Nos tiraron toda la noche. De no haber estado detrás de unas piedras, yo no estaría hablando ahora”, asegura.
A 41 años de la guerra de Malvinas, que dejó 649 argentinos muertos en combate, Pirich desempolva otras imágenes de su archivo. Son recuerdos con ruido de pelota. A diferencia de otros ex combatientes, dice no haber escuchado por radio el debut de Argentina contra Bélgica en el Mundial de España, ocurrido pocas horas antes del final del conflicto. “No quería perder el tiempo en otra cosa. Desde el principio tenía presente que íbamos a una guerra y, además, los últimos días combatí de manera intensa”, comenta en la charla.
Las postales futboleras no se detienen y surgen de la memoria de Pirich, titular del Grupo por la Soberanía (GPS). “Los dos goles de Maradona y el triunfo de la Selección contra Inglaterra, en México ’86, los viví como una revancha. Los soldados de Malvinas nos acordamos de los caídos en la guerra”, sostiene al referirse a ese partido legendario en el estadio Azteca. Y agrega: “Con el tiempo comprendí que Diego y los otros jugadores también lo sintieron de esa manera”.
Ver esta publicación en Instagram
Esa victoria fue música para los oídos de Pirich. Como el tema ‘Muchachos’, cuya letra acompañó al seleccionado en el Mundial 2022, con una mención más que merecida a “los pibes de Malvinas”. “Fue un gran orgullo haber podido pasar una barrera que hacía 36 años no se conseguía, a través de una canción en la que nosotros aparecimos junto con otros héroes y situaciones que quedaron en el recuerdo. Vivimos una gran alegría al escucharla siempre y en todo momento, como el grito ‘El que no salta es un inglés’, que expresa el verdadero sentido antimperialista del pueblo argentino”.
Del título en Qatar, Pirich rescata haber visto los partidos de la Selección junto con su hijo y sus compañeros. Y al cabo, posa su mirada en dos nombres: “Me identifiqué mucho con Scaloni, por su cercanía con Estudiantes, equipo del que soy hincha, y por su proximidad con Alejandro Sabella. Un tipo al que amé no sólo porque fue uno de los DT que mejor hizo jugar al Pincha, sino también porque era una buena persona y eso es lo que más resalto en cualquier ámbito”.