A los 34 años, Alejandro Papu Gómez habita en la sala de espera para el Mundial de Qatar. Será uno de los nombres fijos en la lista de convocados que diseñará Lionel Scaloni. Y el viaje a tierras árabes marcará otro de sus puntos altos en la Selección, donde se dio el gusto de lograr la Copa América en Brasil. El volante del Sevilla disfruta de la celeste y blanca, luego de una carrera que lo vio estrenarse en Arsenal, desaparecer futbolísticamente en el Metalist, en la guerra de civil de Ucrania, y resurgir como capitán y mito del Atalanta. Aquí, un repaso por sus 10 frases célebres. Las 10 del 10.
“El paso por el Metalist me dio algo más, porque sufrí mucho. No podíamos cocinar ni lavarnos los dientes porque el agua estaba contaminada, la guerra, un mundo desconocido… Quizás mentalmente me completó como jugador”.
“¿Sabés qué miro para encontrar espacios? Dónde está el árbitro. ¿Quién es el mejor posicionado? ¡El árbitro! Siempre está solo. Alejado del quilombo. Casi siempre libre”.
“Volver a jugar en la Argentina no es una opción. Y a vivir, tampoco. No me atrae. No me llama la atención… no me gusta el entorno, me genera estrés. No tengo ganas de volver. Sabemos que el país está complicado y pretendo seguir viviendo en paz”.
Papu Gómez la rompió en el Atalanta: jugó una Champions League y hasta la Alcaldía le entregó las llaves de Bérgamo.
“Yo podré decir: ‘No jugué en un grande, pero pude, gracias a otra gente, construir el club grande que yo deseaba’. Pude jugar Champions en el Atalanta, que quizás tenga más valor que hacerlo en un grande. Lo valoro muchísimo”.
“Messi es un líder absoluto, un capitán con todas las letras. Siempre lo quieren comparar con Maradona, quieren que grite y que se pelee, y Leo no es así. Pero si lo tiene que hacer puertas adentro, lo hace”.
“Volver a jugar en la Argentina no es una opción. Y a vivir, tampoco. No me atrae. No me llama la atención… No me gusta el entorno, me genera estrés. No tengo ganas de volver. Sabemos que el país está complicado y pretendo seguir viviendo en paz”.
“Lo que pasó con la Selección no tiene precio. Haber ganado la Copa América no lo equipara ni todo el dinero del mundo. Es lo máximo, lo que cualquier chico aspira cuando empieza a jugar al fútbol”.
“Gasperini se sobrepasó en el vestuario del entretiempo, cruzó los límites e intentó agredirme físicamente. Y ahí dije basta. Que el presidente del Atalanta no haya tenido los huevos de pedirle al técnico que simplemente me pidiera disculpas…, con eso se terminaba todo. Que me hayan tirado a la basura como me tiraron fue la parte que más me dolió”.
“Sé que tengo que arriesgar. La gambeta es lo mío. Y yo sé que haciéndolo rompo líneas. Si me saco un tipo de encima, se abre un mundo”.
“Cuando nos reencontramos en Madrid antes de tomar el avión ya te pica el bichito. Y cuando vamos llegando a Buenos Aires ya te sentís distinto. Son diez días que los vivís como si fueran los últimos, porque no sabés cuando se puede terminar. Al despedirnos en el aeropuerto, cada uno se va a su club y te queda un vacío sentimental. Cuando se corta es un puñal al corazón”.
Soy Santiago Tuñez y edito De Fútbol Somos desde 2010. Tengo 18 años de experiencia en el periodismo y trabajé en distintos medios, entre ellos los diarios Olé y los sitios ElArgentino.com. Participé del libro Un Picado en el Maracaná, de AuGol. Actualmente soy editor de contenidos de las revistas OrientAr y TravelArg.
Soy Santiago Tuñez y edito De Fútbol Somos desde 2010. Tengo 20 años de experiencia en el periodismo y trabajé en distintos medios, entre ellos el diario Olé. Participé del libro Un Picado en el Maracaná, de AuGol.