Aún faltan cuatro años. Y en este tiempo, la pelota rodará por distintos torneos de la aldeal global. Sin embargo, Brasil ya hundió su interés en el Mundial de 2014. Varios son los proyectos diseñados para ese campeonato. Uno de ellos, apuntará más allá de los protagonistas y el juego. Y será lanzado este año, antes de que finalice la presidencia de Lula da Silva. Con el eslogan «Un gol para los derechos de los niños», lanzará una campaña para combatir la explotación sexual de menores en la Copa del Mundo.
Hay dos factores clave que fomentan la explotación de niños y adolescentes en Brasil: la extrema pobreza y un explosivo crecimiento turístico como el esperado en el Mundial de 2014. En efecto, el objetivo será prevenir que eso ocurre en las 12 ciudades que serán sede del torneo. «No sólo estamos preocupados por la infraestructura necesaria para la Copa del Mundo, sino también por la cuestión social», aseguró el viceministro de Turismo, Mario Moysés.
El gobierno de Lula da Silva, que es fanático de Corinthians y hasta se dio el gusto de jugar un cabeza con Ronaldo, buscará cerrar un acuerdo de cooperación con la Unión Europea, Argentina y Estados Unidos para ayudar a prevenir el problema. Y la campaña, además, tendrá un programa de formación profesional para adolescentes de áreas pobres cercanas a los centros turísticos consigan trabajo remunerado en la hotelería, y no recurran a la prostitución.
«Brasil no puede asistir impasible al turismo sexual. Y menos aún, en una Copa del Mundo», resumió Neio Campos, otro responsable de la campaña con la que el gigante sudamericano intentará convertir un gol para los chicos.