«QUE PELÉ, QUEEN Y JUAN PABLO II HAYAN ESTADO EN EL AMALFITANI REPRESENTA MUCHO»

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Por Santiago Tuñez

A la altura del Azteca y sus leyendas futboleras, el estadio José Amalfitani contempló el talento de Pelé y la magia extraordinaria de Diego Maradona. Como Wembley, fue sede de un Mundial y resonó con los hits de Queen. Y del mismo modo que el Maracaná, recibió una ceremonia religiosa del papa Juan Pablo II. El hilo de historias y momentos ocurridos en esta cancha es extenso. Y el periodista Sebastián Auro lo despliega con solidez y detalles más que interesantes en el libro Pasó en Vélez, editado de forma independiente y con prólogo de Ricardo Gareca.

«Fue un desafío investigar la vida de este estadio, porque allí no sólo hubo partidos de fútbol. De hecho, es una de las capitales mundiales del rugby y hace casi ocho años peleó Maravilla Martínez contra el inglés Martin Murray. Además, estuvo Edwin Buzz Aldrin, uno de los astronautas estadounidenses que llegó a la luna en 1969″, le cuenta Auro a De Fútbol Somos. Y luego subraya en ese repaso: «Los disparadores del libro fueron muchos y tienen que ver, sobre todo, con tres tópicos: Queen, Juan Pablo II y Pelé. Que esas tres figuras hayan estado en el Amalfitani representa mucho».

-La presencia de Pelé se dio al inaugurarse el sistema de iluminación del estadio…
-Sí, fue en diciembre de 1969, a los pocos meses de haber fallecido don Pepe Amalfitani. Como presidente del club, él había inaugurado el estadio de cemento, pero no pudo ver terminada la obra del sistema de iluminación. Las torres estaban sponsoreadas por Siemens Argentina y fueron estrenadas contra el Santos de Pelé, que había venido de gira a la Argentina. Después de enfrentar a Estudiantes y jugar un amistoso en Mar del Plata, se dieron las negociaciones para disputar ese partido con Vélez, que aún tenía gran parte del equipo campeón del Nacional ’68.

Daniel Willington y Pelé, en el partido que se inauguró el sistema de iluminación del Amalfitani. La imagen fue tapa de la revista El Fortín de Vélez.

-¿Qué recuerdos quedaron de ese momento?
-Por un lado, el duelo entre Daniel Willington y Pelé. Y por el otro, la camiseta tricolor de Vélez, que en ese momento llevaba 25 años sin utilizarla. Pero el detalle es que esa casaca no es la de Vélez, sino de Fluminense. El utilero había viajado a Brasil y, entonces, compró varias camisetas de ese equipo. Así que Vélez enfrentó al Santos de Pelé, en el primer tiempo, con la casaca de Fluminense.

-Tu investigación para el libro se apoyó en deporte, religión y política. En este último punto, ¿cón qué historias te encontraste y cuáles te llamaron la atención?
-Por ejemplo, un acto de Héctor Cámpora previo a la vuelta de Perón al país. Hay un archivo fílmico en el que se lo ve ingresar por la platea norte del Amalfitani. Me quedo también con la tapa de Clarín del día después, que enfoca las tribunas del estadio. Allí no había pancartas de Vélez, sino del Partido Justicialista. Ese fue uno de los primeros actos políticos en el club. También hubo presentaciones de Cristina Fernández y Sergio Massa. Y cerré el libro con la visita de Alberto Fernández, el 1° de marzo de 2020, cuando jugaron Vélez y Argentinos Juniors.

«Más allá de que el estadio está en uno de los extremos de la Capital, Amalfitani pensó mucho en el acceso que iba a existir desde la Provincia, y las salidas por Rivadavia o Gaona. Hay ciertos aspectos de logística en general y de ubicación que facilitan los eventos en Vélez», considera Sebastián Auro.

-Desde lo religioso mencionás la visita del papa Juan Pablo II en 1987 y, además, hacés referencia a un acto de los Testigos de Jehová en 1991. ¿Cómo fue ese evento?
-La parte religiosa fue la que más me sorprendió. Pensé que iba a quedarme sólo con el acto de Juan Pablo II, pero me encontré con otras situaciones. Los Testigos de Jehová organizaron un encuentro anual, en el que montaron una especie de obra teatral e instalaron unas piletas de lona en el arco que da la General Paz. Y ahí se realizaron los bautismos. Incluso, llevaron grabados los diálogos de las obras teatrales para que los actores hiciera mímica, porque no les dieron micrófonos. Fue lo más raro que me tocó escribir para el libro.

La tapa del libro escrito por el periodista Sebastián Auro.

-Hace pocos días se cumplieron 40 años de los tres recitales que dio Queen en el Amalfitani. ¿Qué significaron esos shows en la historia del estadio?
-Queen llegó en un momento particular para la dictadura, porque las encuestas ya no eran buenas para los propios militares. Antes que prohibir los recitales, decidieron autorizarlos y ver qué sucedía. Lo cierto es que las pruebas de sonido fueron horribles y nadie sabe cómo salieron bien los shows. Las crónicas de aquella época destacaban que había mucho delay. Fue una bendición que hayan dado tres recitales en la cancha de Vélez, porque después tocaron en Mar del Plata y Rosario. Para el grupo, se trató de su primera gira por Sudamérica, ya que también tocaron en Brasil; ambos países estaban gobernados por dictaduras. Ellos se sorprendían porque mientras tocaban en el escenario, los militares les apuntaban con escopetas al público.

-¿De qué forma se vivió la elección del estadio de Vélez como una de las sedes del Mundial ’78? ¿Qué refacciones se hicieron en la cancha?
-La preparación del estadio empezó un año y medio antes. La platea Sur Alta estaba pensada y propuesta por don Pepe Amalfitani, pero faltaba dinero para encarar la obra. Hasta que llegaron los militares con el Ente Autárquico Mundial ’78 con la idea de actualizar los estadios que iban a ser sedes, mediante la FIFA. Entonces, se construyeron la Platea Sur Alta, volvieron a cambiarse las torres de iluminación y se puso un cartel electrónico. El resto del estadio ya estaba terminado. En Vélez se jugaron tres partidos del grupo que integraban Brasil, España, Suecia y Austria. El Mundial ’78 tuvo mucho contexto político y social, y creo que la elección de los estadios no fue al azar.

-¿A qué te referís?
-En el libro cuento un poco el por qué de la elección de los estadios para el Mundial ’78. Además de su ubicación estratégica, cerca de las sedes había varios centros de detención. En el caso de Vélez, estaban el Grupo de Artillería Antiaérea de Tres de Febrero; Automotores Orletti, que quedaba en Venancio Flores al 3500; y el Olimpo, ubicado en Ramón Falcón al 4200. Lo mismo pasó en River, Rosario, Mar del Plata… La elección de los estadios tuvo también un mensaje siniestro. Me siento orgulloso de que Vélez haya sido parte de ese Mundial, pero me queda ese sabor agridulce.

-Si tenés que elegir un técnico o un jugador que esté identificado con el Amalfitani y lo represente en el mundo, ¿a quién elegís?
-Es difícil, pero diría a Chilavert. Hay cuatro personalidades muy importantes en la historia del club, pero don Pepe Amalfitani y Cubero quedan fuera a nivel internacional. Y Bianchi, más allá de ser hincha de Vélez, está muy identificado con Boca. Entonces, Chilavert es la cara visible para representar a Vélez y su estadio en el mundo. Fue récord Guinness por ser el primer arquero en convertir tres goles en un partido, ganó la Copa Libertadores y la Intercontinental, le hizo dos goles al Boca de Bilardo en 1996… Chilavert revolucionó ese puesto.

-En la cancha de Vélez jugaron Pelé y Maradona, ¿lo imaginás a Messi en el Amalfitani?
-Ya existió la chance, pero había un problema con las luces. Por eso, la Selección terminó jugando en la Bombonera. Ojalá arreglen esas luces, si hace falta ponemos plata los hinchas. Falta un partido de Eliminatorias con Messi en el Amalfitani. Generaría lo mismo que Maradona cuando iba a las canchas como DT de Gimnasia. Que Messi pise el césped de Vélez sería un gran significado.

 

 

 

 

 

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