A un toque
Balance de Selección
Una noche de septiembre, en el Espirit Arena, de Düsseldorf, Gerardo Martino hizo clink, caja. Y a partir de ese momento, empezó a tomar decisiones y sacar cuentas como DT de la Selección. Su producción dejó momentos positivos, como la goleada contra Alemania 4 a 2 y el triunfo ante Croacia 2 a 1. También se vieron números en rojo, entre ellos la derrota con Brasil 2 a 0 en China. Y tal como se esperaba, continuó una base de futbolistas y se abrieron las puertas para otros nombres. Allí resaltó el regreso de Tevez, después de su gran temporada en Juventus. Todo, en casi cuatro meses. Y en esa línea de tiempo, el entrenador hizo un balance de su ciclo en la Selección. Van las cinco mejores frases de su entrevista de hoy con el diario Clarín.
El gran problema de Argentina, un problema más para ustedes que para mí, es la categoría de jugadores que tiene de mitad de cancha hacia adelante. Si Tevez jugara de 2, Higuaín de 6 y Agüero de 9 tendríamos un equipazo».
«Todos los entrenadores tenemos cosas distintas que nos gustaría que haga nuestro equipo. Y también hay cosas que uno quiere conservar, no siempre por una cuestión futbolística, también por una cuestión grupal. Este equipo tiene un compromiso con la idea para llevar a cabo un objetivo. Ahora, si vamos a lo que a mí me gustaría, es lo que hicimos en el primer tiempo con Portugal».

Tata Martino analizó sus primeros meses como DT de la Selección. Foto de Feng Li/Getty Images AsiaPac / Vía Zimbio
La pasión azulgrana
Cuenta Marcelo Tinelli en las líneas del prólogo que «San Lorenzo es una familia de cuatro millones de integrantes, diseminados por el mundo, locamente apasionados, pero conectados a través de un mismo sentimiento: el amor por los colores azulgranas». Y con esa pintura en el alma, Eduardo Bejuk retrata en Hermano Cuervo su locura, pasión y gloria por el Ciclón. En 140 páginas, se lanza a las aguas del archivo del club y rescata historias de símbolos, como Isidro Lángara, Bambino Veira, Beto Acosta y Pipo Gorosito. Dedica capítulos a la memoria de, los Carasucias, los Matadores y los Camboyanos, equipos eternos de San Lorenzo. Se emociona con la Copa Libertadores, esa obsesión que se hizo conquista definitiva meses atrás, en el Nuevo Gasómetros. Y por supuesto, hilvana relatos sobre Osvaldo Soriano y el Papa Francisco, dos próceres del Ciclón fuera de la cancha. El libro, que será sorteado el sábado 20 de diciembre en @defutbolsomos, es un material de lectura ideal para recorrer la sala de espera hacia el Mundial del Club. Como resume Tinelli, «las páginas de Hermano Cuervo están cargadas de ese sentimiento único, tan nuestro, plasmadas en imágenes y palabra, para que todo sanlorencista se sienta reflejado. Porque no hay nada más gratificante que sentir orgullo por lo que somos, desde hace más de un siglo. Y no hay nada más lindo que ser hincha de San Lorenzo».
Hacer un puente
A los 35 años, Pablo Aimar ve una camiseta del otro lado y siente los galopes vertiginosos en su corazón. Esos colores que contempla es todo lo que tiene ahora en su vida futbolera. Todo lo que intenta después de haber jugado su último partido en abril pasado, en la liga de Malasia. Y desde Núñez confían en que pronto hará un puente, de verdad, todo para River. «Es muy probable que se incorpore, lo estamos esperando. Seguro estará en la pretemporada y jugará la Copa Libertadores. Depende de él», asegura el presidente del club, Rodolfo D’Onofrio. El Payaso ya estuvo ahí nomás de volver a River en julio pasado, cuando era uno de los nombres pedidos por Gallardo. No lo hizo y pidió más tiempo para poner a punto su físico. Ahora, con el recuerdo de los seis títulos ganados en los ’90 y los firuletes que destrozaron cinturas ajenas, prepara su regreso. Está listo para armar un puente. Como ya lo hizo años atrás, al manejar su auto en Lisboa y participar en el video del hit de La Franela. De corazón, andará otra vez de la mano de River.
Gracias, viejo
Los números impactan a los ojos. Conmueven. Con su hat trick ante Celta en el Bernabéu, Cristiano Ronaldo suma 23 goles en los 13 partidos que disputó esta temporada por la Liga. Nada parece poner stop en su viaje hacia la red. Fueron 13 gritos de remate, tres de cabeza y siete de penal. Y a un promedio de 1,64 tantos por partido, podría llegar a los 65 goles al final del torneo español. El portugués pulveriza cifras. Las deja en el cajón de los recuerdos. Eso acaba de hacer con el récord de tripletes (22) de Telmo Zarra y Alfredo Di Stéfano. Gracias a sus tres goles al hilo contra los de Vigo, pasó esa marca y es el nuevo dueño. Una conquista con matices especiales, dado su buena relación con el mito eterno del Madrid. Alguna vez, dijo Di Stéfano sobre Cristiano Ronaldo: «Es un fenómeno, un futbolista bárbaro. Completísimo, tiene una potencia enorme». Y este año, después de la muerte del argentino, CR7 lo recordó con palabras de elogio. A su manera, fue un Gracias, viejo: «He visto muchos vídeos de él, porque no lo vi jugar, y era un fenómeno. Estar conectado con él fue un honor y un privilegio. Es algo que me motiva a trabajar igual o mejor. Desde que lo conocí en el Madrid, me pareció una persona excepcional».
Juega con las palabras
Así como El Chavo del 8, Juan Román Riquelme también tenía su vecindad. Los habitantes de la Bombonera gozaban con las asistencias quirúrgicas, los goles artesanales y el talento de autor del 10. Hasta que meses atrás decidió dejar el patio de su casa y buscó otro destino. Ya no está en Boca, pero aún juega en el recuerdo de los hinchas. Y lejos de su pantalla preferida, JR mueve ahora los hilos con palabras. Va para un lado, después para el otro, y acierta en su monólogo. Estas son las cinco mejores frases de la entrevista publicada hoy en Clarín.
Boca es mi casa. Esa es la verdad. Nadie va a poder cambiar eso. Boca es Riquelme y Riquelme es Boca.
«Hasta el día con Lanús jugué bien. No sé si jugué algún día mejor que ahí. Algunos dicen contra el Madrid y otros, contra el Palmeiras. Para mí fue ese día contra Lanús. Hasta el último día que defendí la camiseta de Boca lo hice bien. El tiempo pone todo en su lugar».
Desde el alma
El relato de la historia futbolera le entrega capítulos legendarios al tablero verde del estadio Azteca. Allí, Pelé se hizo leyenda una tarde de 1970, al lograr su tercer mundial con Brasil. Y un mediodía de 1986, Diego Maradona tomó el pincel y trazó su obra cumbre de todos los tiempos contra Inglaterra. Ese gol le dio el diploma de mito. Un mito como Roberto Gómez Bolaños. El creador de El Chavo del 8 y el Chapulín Colorado, que murió a los 85 años en Cancún, era un fanático de las Águilas del América. «Quiero ser como Enrique Borja», solía decir El Chavo, en referencia al histórico goleador de ese equipo en los ’70. Y al igual que Pelé y Maradona, Gómez Bolaños tuvo su consagración cinéfila en el Azteca. Fue con la película El Chanfle, en la que representaba al utilero del club y fantaseaba ser el goleador, con Don Ramón como DT. Una de las escenas del film devolvía sus sueños de delantero y los 24 goles convertidos contra Atlético Español (hoy Necaxa). En homenaje a su fanatismo por las Águilas del América, los jugadores de ese equipo -dirigido por el Turco Mohamed- lucieron una camiseta dedicada a Gómez Bolaños antes del partido contra Pumas. Un gesto desde el corazón. Desde el alma.
#FOTO: América calienta con una playera en homenaje a #Chespirito pic.twitter.com/JmS4TdKNcO http://t.co/IAOnXofW5m | vía @trapunxvicuna
— DIARIO RÉCORD (@record_mexico) noviembre 29, 2014
Las manos mágicas
Podría explicarse desde el oportunismo de River en el grito de Pisculichi. O por el convencimiento de Ponzio y cía para raspar y quedarse con el cuero en cada jugada. Incluso desde las decisiones de Gallardo para mover el joystick. Nada de eso. El triunfo de River y su despegue a la final de la Sudamericana se entienden por un momento. Un instante. Un segundo. Ocurrió cuando Barovero tapó el penal de Gigliotti. El freno de sus manos a un tiro sobrador marcó a cada equipo. Inspiró la mente de River. Apagó el cerebro de Boca. Ahí, en la foto que retrata este post, se definió todo. La frustración infinita en azul y amarillo. El goce millonario. El desahogo por la semi perdida hace diez años en la Copa Libertadores. La satisfacción que durará por siempre.
Cuenta conmigo
A los 85 años, Carmen Martínez Ayuso vive un momento de angustia. Llora en soledad y las lágrimas trazan un surco de tristeza interminable su rostro. Acaba de perder su casa de la calle Sierra de Palomeras, en el barrio madrileño de Vallecas, después de hipotecarla a través de un prestamista particupar. Su lugar en el mundo desde hace cinco décadas ya no le pertenece. Desolajada, sufre el drama que ya cruzó la vida de miles de españoles. Y su escena de dolor conmueve a un habitante del mundo del fútbol. Es el DT de Rayo Vallecano, Paco Jémez, que se acerca a los allegados de la anciana con una propuesta de ayuda. «Estoy muy orgulloso de poder echar una mano y me gustaría hacerlo con más gente, pero es imposible. En esta situación en particular, por ser una señora del barrio, que nos atañe, nosotros como club no podemos dejar pasar la oportunidad de ayudar», anuncia después del triunfo contra Celta de Vigo 1 a 0. Y pese al presupuesto modesto del club, hace real un gesto de solidaridad. «Vamos a pagar el alquiler hasta que llegue la ayuda institucional. Lo que quieran hacer o no los demás es cosa suya. Lo hemos hecho con la mejor intención del mundo pero sin querer poner en evidencia a nadie». Las palabras del DT son un desahogo para Carmen. Aún llora de desesperación por el desalojo, pero celebra la reacción del club. «Les doy mucho las gracias. ¡Aúpa el Rayo! Son encantadores».


