Domingo 21 de mayo de 2006. Un adolescente colombiano, de 14 años, se viste de futbolista y sale a su estreno en la Primera B. Tiene el cuerpo pequeño envuelto en la camiseta de Envigado Fútbol Club y una ilusión deja de revolotear en su inconsciente. La fantasía, ahora, es cierta. James Rodríguez vive su debut como jugador profesional. Entra en acción a los 21 minutos del segundo tiempo y poco le importa la derrota contra Cúcuta 2 a 1. Acaba de pisar una ruta vertiginosa, directa al éxito. Y de ahí en más, nunca dejará de hundir el pie en el acelerador. En ocho años y dos meses, viajará hacia el fútbol argentino, será el jugador extranjero más joven en debutar en esa liga y dará el grito de campeón con Banfield. Después apuntará sus coordenadas al Porto, de Portugal, donde sus asistencias y goles lo llevarán a lograr tres torneos locales, otras tres supercopas del país y la Uefa Europa League. Más tarde le pondrá glamour a su carrera, dado que Mónaco pagará 45 millones de dólares por su pase. Nueve goles y 12 asistencias en 34 partidos de la Liga 1 lo coronarán como el mejor nombre del torneo. Y el gran despegue, finalmente, ocurrirá en el Mundial de Brasil. Con seis goles en cinco partidos, igualará el récord de gritos de Pelé en su primera Copa del Mundial y se quedará con el Botín de Oro. Todo, con sólo 23 años. Así es James Rodríguez. Un ejemplo de talento urgente, que ahora mira el mundo desde Real Madrid. Nada más. Nada menos.
Un ejemplo de talento urgente
Last modified: 23 julio, 2014
About the Author / defutbolsomos
Soy Santiago Tuñez y edito De Fútbol Somos desde 2010. Tengo 18 años de experiencia en el periodismo y trabajé en distintos medios, entre ellos los diarios Olé y los sitios ElArgentino.com. Participé del libro Un Picado en el Maracaná, de AuGol. Actualmente soy editor de contenidos de las revistas OrientAr y TravelArg.