Literatura hecha pelota
Pase profundo (por Javier Marías)
Suele afirmarse que el fútbol es un espacio de misterios. Poco puede explicarse acerca del destino impredecible de una pelota. Y más aún, sobre la existencia de dioses en pantalones cortos y botines. A esa conclusión llegó el escritor español Javier Marías. Fanático de Real Madrid, evitó entender este fanatismo y dejó este pase profundo en su libro Salvajes y sentimentales.
El fútbol es tan incomprensible como la vida: en ambos se cae en gracia o se cae como un tiro».
Pase profundo (por Juan Villoro)
Hace una semana, esta sección le había hecho espacio a Jorge Valdano. En su asistencia de puño y letra, el ex futbolista confesó todo lo que aprendió en una cancha. El sitio que también habitan los fanáticos. Y cuya existencia fue analizada por Juan Villoro, en las páginas del libro Dios es redondo. Su pase profundo llega a destino. Y merece todos los aplausos.
Las canchas existen para que la gente se dé vacaciones de sí misma y pueda adorar dioses en camiseta. Cuando están vacíos, los estadios son mausoleos a la nada”.
Pase profundo (por Jorge Valdano)
Llegó el momento de un cambio en esta sección. Hasta aquí, distintos escritores habían estado a cargo del pase profundo de los domingos. Braceli, Bolaño, Sacheri y Benedetti soltaron asistencias perfectas. Ahora, el pase saldrá un trovador con pasado futbolero. Se trata de Jorge Valdano. El hombre que miró más allá de la pelota y le otorgó una virtud fundamental al césped.
En ningún sitio aprendí tanto de mí y de lo demás como en una cancha de fútbol».
Pase profundo (por Roberto Bolaño)
Por esta sección desfilaron escritores de toda la cancha. Sacheri, Benedetti y Braceli, entre otros nombres, pisaron la pelota y cambiaron de frente sobre varias temáticas de este juego. Hoy, es la hora de Roberto Bolaño. El chileno, zurdo para mover la bola y derecho para redactar, se refirió alguna vez al valor de un gol en contra. Y lo hizo con esta frase desafiante. Célebre.
A mí siempre me pareció más interesante marcar un autogol que un gol. Un gol, salvo si uno se llama Pelé, es algo eminentemente vulgar y muy descortés con el arquero contrario, a quien no conoces y que no te ha hecho nada. Mientras que un autogol es un gesto de independencia».
Pase profundo (por José Luis Sampedro)
Suele afirmarse que el fútbol es una religión. En la fe de los hinchas, los santos son sustituidos por ídolos de piel y camiseta. Las catedrales se convierten en estadios de gritos, aplausos y ovaciones. Y Diego Maradona, incluso, asoma como un D10S con iglesia propia. El escritor español José Luis Sampedro puso el ojo en esta cuestión. Y la retrató con una frase célebre.
El culto hispánico religioso ha cedido paso a una nueva fe, en la que los sacerdotes emergen desde una cavidad subterránea y ofician con el pie».
Pase profundo (por Augusto Roa Bastos)
Hace una semana, el post de esta sección había estado dedicado a una frase de Mario Benetti. En este caso, la reflexión futbolera del día será de Augusto Roa Bastos. Alguna vez, el recordado escritor paraguayo detectó un punto de nacimiento común entre este juego y la escritura. Y tal como hizo en su clásico libro Yo el Supremo, clavó las palabras en un ángulo.
Se juega con los pies, pero evidentemente el fútbol no nace ahí, sino de un cerebro que está manejando esas potencias. Así como salen de la cabeza las palabras para un soneto magnífico, también salen de la mente jugadas fabulosas”.
Pase profundo (por Mario Benedetti)
Hasta ahora, esta sección había mostrado dos paredes excepcionales de Eduardo Sacheri y Rodolfo Braceli sobre el efecto sociológico del fútbol. Hoy, habrá un cambio de frente. La reflexión, a cargo del inolvidable Mario Benedetti, estará dedicada al primer gol de Diego Maradona a Inglaterra en el ’86. Una de sus obras cumbres en el fútbol. Como esta frase del recordado escritor uruguayo.
Aquel golazo de Maradona a los ingleses con la ayuda divina es, por ahora, la única prueba fiable de la existencia de Dios».
Pase profundo (por Rodolfo Braceli)
Como cada domingo, llega la reflexión de un escritor sobre el significado del fútbol. Aquí, allá, en todas partes. El efecto sociológico que tiene el giro de la pelota, más allá de su viaje a la red o cualquier otro destino de una cancha. En este caso, el pase certero fue soltado por Rodolfo Braceli, en las páginas de De Fútbol Somos, el libro que le dio nombre a este blog.
El fútbol es maravilloso, porque como juego es maravilloso. Pero además es maravilloso porque nos saca tan sin vueltas, tan de cuajo, la careta. En este sentido, el deporte de la pelota nos desnuda, nos deja en pelotas».