A un toque
El relator del pueblo
Suele afirmarse que los hinchas de Napoli son los más apasionados del Calcio. El corazón de sus tifosis galopa en quinta velocidad con el giro de la pelota. Y algo similar ocurre con los relatores de este equipo italiano. Es el caso de Carlo Alvino, que estalló con el golazo de Edison Cavani contra Lecce. El uruguayo ajustó la mira en la última bola del partido y le dio el triunfo 1 a 0. Y desde su cabina, Alvino explotó en un grito caliente. Encendido. Con su garganta en llamas, el hombre festejó el golazo del Matador. Su voz retumbó largo rato en el cemento del San Paolo. Y en el micrófono de la televisión italiana.
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Gloria a Forlán en las alturas
A cinco meses de sus fantásticos días en tierra sudafricana, Diego Forlán recibió el Balón de Oro al mejor jugador en el Mundial 2010. El delantero tomó el premio de manos del ex futbolista Franz Beckenbauer, que encabezó la ceremonia en Alemania. «Por primera vez en la historia, un uruguayo gana este trofeo y estar arriba con los más grandes es un orgullo», destacó el goleador. Y bien alto, precisamente, también vive en Montevideo. Así lo demuestra su póster colgado en la ventana de un edificio. Un póster sostenido por los broches y la pasión de este hincha con el corazón pintado de celeste.
Africa mía
«Tenemos una cabeza, un cerebro, dos brazos, somos como todos. Demostramos al mundo entero que hay que tomar en serio a Africa». Lo aseguró Lamine N’Diaye, técnico de Tout Puissant Mazembe. Y su frase retrató a la perfección el valor del triunfo 2 a 0 contra Inter, en el Mundial de Clubes. El equipo congoleño acertó un impacto para el recuerdo en Abu Dabi. Y por primera vez en la historia, le dio a Africa el boleto a la definición de este certamen. Algo que hizo tomar aire al DT e inflar su pecho de satisfacción. «Estoy contento de ser el entrenador de estos jugadores. Nos ganamos el orgullo del mundo», lanzó el entrenador, rodeado por las cámaras y los micrófonos. Y luego advirtió: «Hasta ahora, conseguimos todos los retos que nos propusimos. No nos vamos a detener ahora».
Un grito de corazón
«Tendrán que hacer más banderas. Voy por todos los récords». El aviso de Martín Palermo se escuchó el 30 de abril de 2009. La noche de su grito número 200 en Boca. Pasó el tiempo y los hinchas xeneizes debieron comprar varios metros de tela. Porque el Titán se vistió de leyenda de viviente y filmó nuevos capítulos de su mítica película. Y como máximo goleador en los 105 años de Boca, firmó otra marca histórica. Con el cabezazo ante Gimnasia, llegó a sus 300 festejos. ¿Dónde está el secreto? Justamente, en su cabeza. Ya lo dijo Rodrigo Palacio: «Es fuerte mentalmente. Y todo lo que se propone, lo logra».
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Aquí están, estos son…
Son horas de goce relajado en Estudiantes. Después de la vuelta interminable y la pirotecnia, Sabella y compañía degustan el champagne de la gloria. Y en la mesa del campeón, la cabecera está ocupada por cinco nombres. Aquellos que aportaron la diferencia desde su mística, goles y equilibrio. Se trata de la Brujita Verón, Gata Fernández, Chapu Braña, Gabriel Mercado y Hernán Rodrigo López. A su estilo, lograron un lugar destacado en la marquesina del Pincha. Son los actores principales. Los protagonistas de esta obra titulada Apertura 2010.
La vida color de rojo
En su cabeza había algo más que letras y melodías inolvidables. Lejos de los escenarios y los gritos histéricos de las fans, el hombre sumergía su inconsciente en una pelota. Y sobre todo, en su equipo del alma. John Lennon era fanático de Liverpool. Así es, su corazón estaba pintado de rojo. Y en sus días de adolescente, fantaseó con jugar en ese equipo y nunca caminar solo en Anfield. Lo contó Pete Best, el baterista original de los Beatles, antes de la llegada de Ringo Starr. «Siempre estaba con un balón en los pies y era muy buen jugador. Soñaba con ser futbolista del equipo», reveló Pete, tiempo atrás, a la prensa británica.
El giro de la pelota dominó la vida de Lennon. Y también, Continue Reading