Nada pudo frenar su carreteo hacia el Mundial. Ni siquiera haber jugado con un hombre menos durante 50 minutos. Croacia le ganó a Islandia 2 a 0, después del empate 0 a 0 en el partido de ida, y sacó su boleto rumbo a Brasil. Hubo festejos en Zagreb por la clasificación y, vaya paradoja, un momento de escándalo. ¿Por qué? El defensor Josip Simunic y un grupo de hinchas celebraron con consignas pro-nazis. Todo empezó al final del partido, cuando el capitán del Dinamo Zagreb gritó cuatro veces “¡Por la patria!” y los fanáticos respondieron “¡Preparados!”. La escena recordó a los tiempos en que Croacia fue aliada de Alemania durante la II Guerra Mundial. Entonces, era frecuente en los días del régimen de los Ustachi, que ejecutó a millares de serbios, croatas, judíos, gitanos y anti-fascistas, prisioneros en campos de concentración. “Lo hice por amor al pueblo croata y a mi patria”, explicó Simunic. Y luego justificó: “Fue un momento de gran emoción”. Lamentable.