Violencia. Huelga. Corrupción. El cóctel complica al fútbol europeo. Lo hace tambalear en el primer kilómetro de la escala 2011-12. En Inglaterra, por caso, la policía no pudo garantizar la seguridad para el choque Tottenham-Everton, por lo que debió ser suspendido. La noticia se conoció horas después de la cancelación del amistoso Inglaterra-Holanda, por los incidentes en Londres y otras ciudades británicas. La crisis, también, sacude a la Liga turca, cuyo comienzo fue retrasado por un gran escándalo de partidos arreglados. Y en España, la Asociación de Futbolistas convocó a una huelga en las dos fechas iniciales de Primera y Segunda División. ¿El motivo? La deuda de 50 millones de euros a unos 200 jugadores de ambas categorías. Una cifra impacta a cualquier mortal. Y retrata el duro momento del fútbol europeo. La otra crisis.

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