Santiago Tuñez Author
El amor es más fuerte
Era la última ficha. Y el giro de la bola resultó un premio para Northampton Town. Porque empató y sueña con evitar el descenso en la League 2, de Inglaterra. El festejo significó un desahogo para sus jugadores. Y sobre todo, para uno de sus hinchas. Derry Felton, de 18 años y parapléjico desde su infancia, tomó impulso e ingresó al campo en su silla de ruedas. Fue un momento inédito. Unico en la vida de un fanático. ¿Cómo explicar esta escena? Nadie como el propio Felton para hacerlo. «Todo se debió a la excitación del momento», admitió. De ahí que el club haya descartado una multa. Aplausos para los dirigentes. Y lógicamente, para este hincha. El amor es más fuerte.
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Amo y señor del césped
Si Mourinho es el «puto amo» de las conferencias, tal como lo tildó Pep Guardiola, podría afirmarse que Lionel Messi es el todopoderoso del césped. Lo demostró en el derby por las semis de la Champions League. A la hora señalada, la Pulga dejó dos firmas en la red. El mejor ejemplo de un crack. Un jugador que, más allá de la estructura y el tiki tiki de Barcelona, gana por su cuenta los partidos decisivos. ¿Cómo definir, entonces, el valor de Messi en una cancha? A esta altura, se extinguieron los adjetivos. Mejor recurrir a esta frase de Miguel Lotina, DT de La Coruña, publicada en el diario El País: «Messi es Messi y los demás, futbolistas». Y de paso, enfocar los ojos en esta fotogalería.
Nos habíamos amado tanto
«El es el puto amo aquí, en la sala de prensa, y yo no quiero competir. Dentro del campo, veremos qué pasa». Por primera vez, Guardiola dejó su discurso prudente y le apuntó a Mourinho. Fue su respuesta al DT merengue, que horas antes había cuestionado las quejas de Pep sobre la posible designación de un árbitro portugués para el derby de Champions. La sala de espera a este choque se vive con críticas entre ambos entrenadores. Todo lo contrario a lo sucedido hace casi 15 años. Ahí, Guardiola salió a defender a Mourinho -entonces ayudante en Barcelona- tras un cruce con Luis Fernández, ex técnico de Athletic de Bilbao. Eran otros tiempos. Y sin dudas, otra la historia.
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¿Ni la muerte nos va a separar?
Hay un tema que domina la agenda de Gran Bretaña. Es la boda entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton. Sus rostros aparecen en las pantallas de televisión y las páginas de los diarios. Lo mismo ocurre con los souvenirs en los negocios y las calles de Londres. Y el merchandising llegó, incluso, a las canchas. Lo demostró este hincha de Glasgow Rangers, en el derby contra Celtic. Su bufanda, con el anuncio del casamiento, ondeó en medio de los cantos del clásico escocés. Un duelo eterno, al que ni la muerte va a separar. ¿Pasará con lo mismo con esta boda real?
Pase profundo (por Martín Caparrós)
Desde comienzos de año, esta sección le hizo espacio a las mejores reflexiones futboleras de los escritores. Desde la tinta y el papel de sus libros, conocimos un análisis de calidad sobre las temáticas de este juego. Hoy, habrá una excepeción. El pase profundo estará dedicado a Martín Palermo. El hombre que pulverizó la racha de 953 minutos sin convertir goles. Y al que Martín Caparrós le dedicó tiempo atrás esta definición color esperanza.
Es fácil triunfar siendo Messi; lo meritorio es ganar siendo Palermo. Palermo es el estandarte de los que nunca tuvimos ningún talento peculiar: la demostración de que todos podemos».
El arquero de Cristo
A tono con la celebración de las Pascuas, el diario El País publica una nota con el arquero de Cristo. Se trata de Keylor Navas, el uno de Albacete y el seleccionado de Costa Rica. Su fe en Dios queda demostrada con su ritual bajo los tres palos. Allí, se arrodilla antes de cada partido, abre los brazos y reza con sus ojos enfocados en el infinito. «Así lo hago y así lo haré, aunque haya gente que me insulte en algunas canchas, que me diga que adónde voy y que soy un gilipollas porque Dios no existe», explica Navas. Una respuesta contudente a los escépticos y sus críticos más duros en la Segunda de España.
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¡Liberté!
Reluciente como todo trofeo, la Copa de la Liga francesa atrajo a dos equipos con deseos de gloria. Hacia allí fueron Olympique de Marsella -con Lucho González y Heinze como titulares- y Montpellier. Separados por esos sueños durante 90 minutos. Pero unidos por una causa común. ¿Cuál? La liberación de dos periodistas secuestrados en Afganistán. Antes del partido, los equipos lucieron remeras en apoyo a Hervé Ghesquière y Stéphane Taponier, rehenes desde el 30 de diciembre de 2009 junto con sus guías. Incluso, los rostros de los cronistas aparecieron en las pantallas del estadio de Saint-Denis. Y en ese momento, un solo grito dominó la noche parisina: ¡liberté!.
Amando a Krupoviesa (by Mullan)
¿Qué puede ocurrir en sólo tres minutos de partido? En general, muy poco. A esa altura, los equipos prefieren mover la pelota y analizar sus movimientos. Pues todo lo contrario ocurrió en la Major League Soccer. Allí, Brian Mullan, de Colorado Rapids, se mostró rápido y furioso en la marca. Y en un cruce brutal, quebró Steve Zakuani, de Seattle Sounders. La patada dejó daños colaterales escalofriantes. Entre ellos, los gritos de dolor de Zakuani y una imagen de su pierna derecha no apta para personas impresionables. Al cabo, fue trasladado a un hospital y Mullan vio la tarjeta roja. Era merecida.
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