APRENDÍ A SER…

No te olvidés

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Hubo un tiempo en que fue goles de alta costura, rapidez cerebral, talento de autor. Y otro, en que se hizo concepto, estilo de liderazgo, paradigma de juego. Johan Cruyff tatuó su nombre en la pelota y ahí dejó su historia personal. Con imágenes, momentos y palabras para el recuerdo. «Sus consejos eran importantes. Te animaba a seguir el instinto, la nariz. A tomar decisiones. Te decía que te guiaras por el instinto, que no falla nunca», comentó Pep Guardiola hace un año, tras la muerte del tótem holandés. “Gran parte de todo lo que dio el Barcelona este último tiempo es por él, una persona que cambió la cabeza y el fútbol del club», aportó Lionel Messi en aquellos días.

Se lo consideró, en especial, un revolucionario del cuero redondo. «Un prócer del fútbol, uno de los cuatro reyes de la historia junto a Di Stéfano, Pelé y Maradona», como opinó Flaco Menotti. Ahora bien, ¿cómo se definía el propio Cruyff? ¿cuál era la mirada de sí mismo? «Soy una persona sin títulos académicos. Todo lo que sé, lo he aprendido por experiencia (…) Mi vida ha estado siempre marcada por el deseo de perfeccionismo y de mejora a mí mismo. Todo lo que he hecho, lo he hecho mirando al futuro, concentrándome en el progreso, lo que significa que no pienso demasiado en el pasado», escribió el ex futbolista y entrenador holandés en su autobiografía.

Cruyff fue más allá de esa visión sobre su persona y señaló, también, las enseñanzas que le dejó el fútbol. «Lo más importante que he aprendido como jugador es que, por encima de todo, necesitas cuatro cosas; un buen césped, un vestuario limpio, jugadores que se limpien sus propios botines y que las redes del arco estén tensas. Todo lo demás, habilidades y velocidad, técnica y goles, viene después. Esta es la filosofía que define lo que siento por el fútbol y por la vida», señaló unos meses antes de su muerte. Y con un pase profundo, resumió: «Esa filosofía la he puesto en práctica en todo lo que he hecho; ya fuera el Fútbol Total sobre el terreno de juego, mi familia o la Fundación Cruyff, lo importante ha sido sido siempre progresar y nunca jamás dejar de progresar».

Junio de 1971. En el césped de Wembley, Cruyff espera relajado el amistoso de Holanda contra Inglaterra. Foto de Matt Green/ Hulton Archive / Vía Zimbio.

 

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