14 septiembre, 2017 Archive

A un toque

De pronto, los gritos subieron su volumen y estallaron en una ovación. A esas voces se sumaron los acordes de miles de aplausos. Y la banda de sonido conmovió a uno de los habitantes del palco. En su cuerpo de un metro setenta, Pablo Aimar sintió una música maravillosa. Volvieron los ecos de sus tiempos en el estadio de Mestalla. Aquellos tiempos en que llevaba la camiseta 21 de Valencia en su piel y se deslizaba con la pelota sobre el césped. Cada momento del homenaje fue una sonrisa en su rostro. Una palabra de agradecimiento. Un trazo de orgullo en sus vísceras. Continue Reading

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